Todos los adultos deberían conocer su presión arterial
La hipertensión arterial puede ser un problema médico grave y, si no se trata, puede provocar enfermedades cardíacas e insuficiencia cardíaca o derrame cerebral. Existe la idea errónea de que sólo las personas mayores, con sobrepeso o con otros problemas de salud, tienen la tensión arterial alta. La hipertensión puede producirse a cualquier edad, y la mayoría de las personas no muestran síntomas inmediatamente.
La única manera de saber si corre el riesgo de padecer hipertensión arterial es comprobarla regularmente. Si su presión arterial estaba bien hace un año, no significa que esté bien ahora. Todas las personas mayores de 40 años, incluso las que gozan de una excelente salud, deberían hacerse un chequeo de la tensión arterial al menos cada dos años. Y las personas menores de 40 años deberían conocer su presión arterial, especialmente si tienen sobrepeso, fuman o tienen otros problemas de salud.
Para normalizar la presión arterial, los expertos en salud recomiendan aumentar la actividad física, cambiar a una dieta saludable, reducir el exceso de peso y dejar de fumar. En algunos casos, es necesario tratar la hipertensión arterial con medicamentos.
¿Cómo ayuda el ejercicio a regular la presión arterial?
El corazón es un músculo y, como todos los demás, se fortalece con el ejercicio. Cuando se hace ejercicio, el corazón bombea con más fuerza y la presión arterial aumenta. Esto hace que los vasos sanguíneos se dilaten y se vuelvan más elásticos, lo que ayuda a prevenir la hipertensión. En personas con presión arterial normal o alta, el ejercicio puede aumentar la presión arterial sistólica en 50-70 mmHg. Sin embargo, si las cifras superan los 180/120, consulte inmediatamente a un médico. Los aumentos excesivos de la presión arterial van acompañados de síntomas como dolor de pecho o de cabeza intenso, dificultad para respirar, problemas de visión, náuseas o vómitos. Si le diagnostican hipertensión arterial, consulte a su médico antes de iniciar un programa de ejercicios.
Por lo demás, tras el saludable aumento durante e inmediatamente después del ejercicio, su presión arterial debería volver a la normalidad en pocos minutos. Para evitar picos bruscos de la frecuencia cardíaca, es decir, de la presión arterial, calienta siempre antes de hacer ejercicio y enfría al terminar la actividad física. Caminar o montar en bicicleta son buenas formas de calentar.
Y para ver cómo cambia su presión arterial después del ejercicio (y a lo largo del día), necesitará un tensiómetro casero. Los médicos recomiendan medirlo una vez que el pulso haya vuelto a la normalidad. Es decir, unos cinco minutos después del ejercicio. Una excelente opción para controlar los cambios en su presión arterial en los momentos que le resulten convenientes:
Tensiómetro BLUEMED